La alopecia areata es una enfermedad autoinmune que ataca a los folículos pilosos y nos hace perder el cabello solo en algunas zonas de la cabeza. La zona de piel afectada tiene un aspecto normal, no existe inflamación, enrojecimiento, descamación ni otro tipo de anomalías, lo cual la diferencia de otras alopecias. Más de 147 millones de personas padecen este problema cada día en el mundo. El efecto a nivel emocional de la pérdida de pelo, sinónimo de belleza, puede ser devastador. Causa ansiedad, depresión e incluso muchos afectados que prefieren no tener vida social.

Mercede Garrosa y Tizho’s centro capilar proponen prótesis para cubrir y poblar aquellas zonas afectadas de manera total o parcial por la alopecia. El proceso es personalizado y a medida. El efecto conseguido es la integración total con el resto del pelo y la conservación de la identidad del individuo. “Tras 40 años de experiencia debo decir que nunca he visto tantos casos de alopecia en una población tan joven. Sobre todo en chicas que se someten a altos rendimientos de estudio, estrés laboral… Todo ello puede llegar a suponer un problema psicológicos asñi como de personalidad, seguridad en sí mismas, desarrollo de las relaciones personales y sociales… Ni la acupuntura, ni las vitaminas ni las hierbas medicinales han conseguido evitar la caída del pelo. Mucho pacientes que acuden a estos repedios pierden dinero y, a veces, más pelo todavía”, asegura Mercedes Garrosa, técnico capilar.

Tipos de alopecia areata
En placa única. Se presenta una sola zona afectada generalmente situada en el cuero cabelludo y de tamaño reducido. Es la presentación más habitual.
En placa múltiple. Es similar a la anterior, pero con varias placas que con el paso del tiempo pueden llegar a unirse y formar una sola de tamaño mucho mayor.
Total. La pérdida de cabello afecta a la totalidad del cuero cabelludo, produciendo calvicie completa. Un gran nivel de ansiedad o un estrés sostenido durante varias semanas, es suficiente para debilitar al cabello y estimular su caída.
Universal. La afección se extiende a todo el pelo del cuerpo, incluido el vello axilar, púbico, cejas y pestañas.
Difusa o incógnita. En esta presentación poco frecuente, la pérdida de cabello es difusa y no está localizada en una placa, por lo que puede resultar muy complicado diferenciarla de la alopecia androgénica de patrón femenino.
En el cabello oscuro. Esta forma de aparición es inusual y se caracteriza porque la enfermedad respeta los cabellos no pigmentados o canas, perdiéndose únicamente el pelo de color normal. Como consecuencia, da la impresión visual de que el sujeto ha encanecido bruscamente en un corto plazo de tiempo. Este fenómeno suele producirse en circunstancias en que el individuo vive una situación de gran estrés. A veces se le denomina alopecia areata tipo María Antonieta si se produce en mujeres, o tipo Tomás Moro si afecta a varones.

La alopecia areata está asociada muchas veces con otras enfermedades autoinmunes en un 30% aproximado de los casos. Por ejemplo, con la tiroiditis (5%), el vitíligo (2%) o la diabetes de tipo 1, pero también a la colitis ulcerosa (1%) y al celiaquismo (1%), al eczema atópico (4,2%), la rinitis alérgica (10%) y, en muy pocos casos, a la psoriasis.